Carlota Argeni Holguín Alcaraz nació en Urrao, Antioquia, hace 20 años, y aunque desde pequeña su ilusión fue estudiar, complejas circunstancias no le permitieron iniciar la formación escolar en la edad promedio regular.
Como muchos otros niños y jóvenes de su región se vio envuelta en el conflicto armado y tuvo que olvidar sus sueños.
Ella decidió darle un nuevo sentido a su proyecto de vida, se decidió a desvincularse del conflicto y apostarlo todo por alcanzar sus metas: terminar su formación, construir una familia y ser feliz.
“Estoy muy contenta porque ya voy adelante en el estudio”, afirma.
Empezó a estudiar en el nivel A, que corresponde al grado primero, el pasado 6 de marzo en el Centro de Formación para la Paz y la Reconciliación - Cepar, un lugar que facilita el encuentro y brinda oportunidades para cursar grados de básica primaria, secundaria y media a la población vulnerable de Medellín, con promociones académicas trimestrales.
Gracias a este Centro de Formación, adscrito al Proyecto Reintegración Social y Promoción de Paz – Paz y Reconciliación de la Alcaldía de Medellín aprendió a leer y a escribir.
Desde el primer día, los capacitadores vieron en ella grandes potencialidades y ganas de superación, tanto así que fue promovida en la segunda semana de clase al nivel B o tercero.
El pasado 1 de octubre culminó satisfactoriamente el nivel C, es decir el grado quinto, recibiendo con honores su certificación al lado de otros 38 estudiantes de primaria y 76 de básica secundaria.
“Me siento muy feliz, porque pensé que no iba a lograr pasar el grado 5°, me siento muy agradecida. Es la primera vez que voy a tener una foto de grados, mi mamá y mi hermana van a pedir permiso en el trabajo para poderme acompañar”, dice sonriente.
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