- “La guerra no ha permitido que los derechos consagrados en la Carta de 1991 puedan comenzar a ejercerse por parte de los indígenas”, manifestó Temístocles Ortega, gobernador del Cauca.
- Fortalecer la etnoeducación es uno de los grandes retos de Antioquia la más educada.
Tener una participación activa en las decisiones respecto a las políticas de Estado, en las decisiones que afectan los territorios indígenas y ejercer realmente la autonomía que les ha entregado la Constitución Política de Colombia de 1991, son algunas de las necesidades expresadas por los participantes en el Foro Indígena: Preparémonos para la paz, organizado por Antioquia la más educada en asocio con otras entidades.
De acuerdo con las conclusiones presentadas por William Villa Rivera, director del Centro de Cooperación al Indígena –Cecoin- y Gerardo Jumí Tapia, presidente de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígena – CAOI, la Constitución de Colombia le ha entregado un cuerpo de derechos a los indígenas en términos de ejercicio de autonomía, sin embargo cuando se trata de ordenar el territorio en materia ambiental no tienen participación en las decisiones de las Corporaciones Ambientales y su ejercicio real es de índole policiva.
Con respecto al ordenamiento territorial, en Antioquia hay alrededor de 350.000 hectáreas en territorio de resguardo. “Lo característico de estas áreas de resguardo es que entre el 85% y el 90%, son áreas forestales ricas en biodiversidad. Pero ese elemento característico del territorio es lo que ha afectado la guerra”, indicó William Villa, quien explicó que allí se ha fundado una economía extractiva de tipo minero, de recursos forestales madereros y de establecimiento de cultivos ilícitos.
Fue enfático en señalar que en las áreas de resguardo se ha fundado un modelo económico que subordina la vida de los pobladores en esos territorios y como la economía es ilegal, “la ilegalidad es el orden de esos territorios”.
Los indígenas también indicaron que se debe recomponer la institucionalidad para ejercer gobierno en los territorios y avanzar hacia la construcción de proyectos político-administrativos, ya que en el último período de guerra se ha desintegrado el tejido social y el ejercicio de justicia ha sido suplantado por actores armados, degradando los sistemas de control social.
Debe avanzarse en la construcción de escuelas de formación que contengan la visión pedagógica indígena, para que se puedan generar oportunidades, ingresos, empleos y se puedan apropiar sus territorios bajo una visión económica que los articule.
Para el gobernador Sergio Fajardo, el primer paso para alcanzar la paz es lograr que todas las voces sean escuchadas, en particular la voz de los indígenas, quienes han padecido la violencia y el desarraigo durante mucho tiempo.
Indicó que la educación indígena es uno de los grandes retos para Antioquia la más educada, ya que “en el contexto occidental se pueden plantear unos retos de calidad de la educación, la capacidad de las competencias básicas, la capacidad de ser críticos para vivir en convivencia, ¿Y qué significa educarse en medio de una comunidad indígena en pleno Siglo XXI para interactuar en estos temas? Por este motivo resalto que “es fundamental encontrarnos para hablar en la perspectiva de construir”.
Finalmente, los indígenas también sugirieron que estos foros deben ser llevados a las regiones e involucrar a otros actores, como campesinos y comunidad afro, ya que hay dificultades en la construcción de proyectos regionales.
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