Así lo determinó una investigación del Departamento de Psicología de la Universidad Nacional adelantada con menores de edad. En ella se revela cómo, a pesar de sus vivencias, los pequeños cuentan con bases sólidas en lo relativo a la moral.
Según cifras de la Unidad de Víctimas, cada día son desplazados 89 menores de edad en Colombia, de los cuales el 69 % se encuentra entre los 0 y 12 años. Además, se calcula que en los últimos 28 años, el 38 % de los 5 millones de víctimas figura en estos rangos de edad.
Por regiones, el 65 % de los casos de desplazamiento de menores, entre enero y agosto del 2013, ocurrieron en Nariño (18 %), Valle del Cauca (16 %), Antioquia (12 %), Cauca (10 %) y Chocó (9 %).
El profesor Roberto Posada, del Departamento de Psicología de la U.N., trabajó con dos grupos: niños entre 6 y 9 años y adolescentes entre 13 y 16 años. En total, 96 menores de edad fueron entrevistados individualmente sobre situaciones morales abstractas y contextualizadas. Dentro de los resultados más significativos figuran respuestas mayoritarias en torno al sentido negativo de acciones como robar y lastimar a otros.
“Esto no muestra que sus conceptos morales se han construido y están allí, lo cual es un punto positivo y esperanzador que arroja la investigación”, señala el profesor. A diferencia de lo que piensan algunas personas, los menores que han crecido en medio de adversidades, de injusticias e ilegalidad, desarrollan conceptos morales y no son generaciones perdidas.
Asimismo, en su estudio, el docente exploró cómo razonan niños y jóvenes que han experimentado diferentes grados de violencia, sobre situaciones familiares con características morales relevantes.
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