En lo más alto del cerro en el barrio La Divisa, allí donde reposa el Cristo del sector, empezó la aventura del Downhill de Adrenalina Urban Bike. Filip Polc, actual campeón del mundo en esta modalidad, no desentonó.
En un suspiro recorrió el kilómetro que tenía la pista cuya meta se encontraba en la estación Juan XXIII del Metro Cable. Su tiempo, 1 minuto y 40 segundos, no pudo ser superado por ningún competidor. “La pista fue muy complicada, tiene unas escaleras muy empinadas y eso fue lo que me retó. Además conocí otros corredores internacionales”, expresó Polc.
El panorama era imponente, en pleno corazón de la Comuna 13 justo donde el Metro Cable rompe su ascenso para buscar el extremo occidental de la ciudad. Las manos abiertas del Cristo, como dándole la bienvenida a los deportistas, fue el mejor preámbulo para una jornada histórica en la ciudad.
Por primera vez Medellín recibía los mejores exponentes en el mundo en las disciplinas del ciclismo extremo: Downhill, Biketrial y Flatland. Detrás del eslovaco, se ubicó el quindiano Jhony Betancur con 1 minuto 45 segundos. Tercero fue el ecuatoriano Mario Jarrín con 1’ 54 segundos, los tres mejores de la categoría élite.
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