- Los hongos atacan el sistema neurotransmisor de la hormiga y la dejan zombi.
Su nombre es Cordyceps sensu lato, es del género de artrópodos patógenos con mayor diversidad de especies en el mundo y tiene la capacidad de manipular a un insecto hasta lograr su muerte.
Tatiana Sanjuan, bióloga de la U.N., invitada principal a una nueva sesión de Jueves de la Biodiversidad, señaló que este hongo produce unas sustancias que modifican los neurotransmisores del cerebro haciendo que la hormiga se comporte como zombi y se salga de las filas o caminos que establecen dentro de su particular forma de organización.
“El Cordyceps sensu lato enferma a la hormiga, después de penetrar por sus partes blandas o uniones conocidas como mesosoma, peciolo y gáster. Matarla es un proceso que tarda entre 48 y 72 horas y vive dentro de su hospedera hasta que encuentra otro ejemplar para atacar”, explicó la bióloga.
Desde 1883, más de 500 especies han sido descritas para este género a partir de su morfología. Sin embargo, con la llegada de las herramientas moleculares, su clasificación cambió drásticamente al encontrarse que algunos géneros pertenecían a varias familias. Además se halló la estrecha relación evolutiva que hay entre las especies de Cordyceps y su hospedero.
“El hongo desarrolla su ciclo de vida únicamente dentro del insecto”, explicó Sanjuan al público asistente al Auditorio del Instituto de Ciencias Naturales.
El hongo que más frecuentemente se colecta es el que ataca a las hormigas, puesto que es uno de los grupos más diversos y el más fácil de hallar, ya que no a mata a un solo ejemplar, sino a volúmenes de hasta 5.000.
Pese a su acción letal en hormigas, este hongo podría tener efectos benéficos para los humanos. Sanjuan afirma que científicamente se ha comprobado que una especie que crece por encima de los 5.000 metros de altura en el Tibet (Asia Central) tiene propiedades antitumorales. Un kilo de este hongo puede costar hasta 50.000 dólares (alrededor de 127 millones de pesos), razón por la que es conocido como el “oro tibetano”.
El Cordyceps sensu lato hace que las células tumorales paren su crecimiento. Sin embargo, además de este uso terapéutico también se consigue como cereal en Corea del Sur, como té en Estados Unidos y como sopa en Tailandia. En Colombia es importado por tiendas naturistas y se puede conseguir 10 miligramos por 100.000 pesos.
En la actualidad, Tatiana Sanjuan trabaja con una especie de hongo que mata tarántulas. “Cuando un ejemplar de este arácnido muere, suele oler muy mal; pero cuando el hongo lo ataca, no sucede lo mismo y además lo momifica”.
La investigadora destaca las enormes propiedades del hongo encontrado en Colombia, las cuales son similares a las de las especies asiáticas. “Por esta razón, se está trabajando en él: para identificarlo taxonómica y molecularmente”, manifestó la científica, quien agregó que también se está analizando si tiene actividad antibiótica, debido a la actual crisis mundial sobre resistencia de estos medicamentos.
Tatiana Sanjuan tiene un posdoctorado en el Departamento de Química de la Universidad de los Andes y es fundadora de la Red Latinoamericana de Hongos Entomopatógenos.
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